Hace mucho que pisé por primera vez la cubierta de este buque terrible y los rayos de mi destino, según creo, se concentran en un foco. ¡Hombres incomprensibles! Envueltos en meditaciones cuya índole no alcanzo a admirar pasan a mi lado sin verme. Ocultarme es una completa locura, porque esa gente no quiere ver. Hace un momento pasé delante de los ojos del segundo; poco antes me aventuré hasta el camarote privado del capitán, donde conseguí medios para escribir lo que antecede y lo que seguirá a esto. De tiempo en tiempo continuaré este diario. Cierto que quizá no encuentre oportunidad de darlo a conocer al mundo. Pero no dejaré de intentarlo. En el último momento guardaré el manuscrito en una botella y lo arrojaré al mar.
Edgar Allan Poe, "Manuscrito en una botella", 1833
"Al mar"...o eventualmente..a "la web"
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