Voz de humo, de ambiente cargado de sueños rotos, de lluvia incesante barriendo los días, de tristes cabriolas de titiritero ambulante, de ciudad devoradora, de saxos arrastrados, de desolados perdedores, de gato callejero, de miradas calientes, de vagabundos, de antros olvidados, de esquinas turbadoras... Y de una catarata emocional que no deja indiferente. Escuchar a Tom Waits desagrada o engancha, pero contiene demasiadas sensaciones como para olvidarle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario