30 de diciembre de 2008
25 de octubre de 2008
Hay muy poca gente
"las palabras no sirven para nada,"
"y empiezo a pensar que en realidad hay muy poca gente"
Enrique Bunbury, "Hellville de luxe", 2008
"y empiezo a pensar que en realidad hay muy poca gente"
Enrique Bunbury, "Hellville de luxe", 2008
10 de octubre de 2008
Erase una vez Wall Street y el libre mercado
“los 400 estadounidenses más ricos... tienen más que los 150 millones de estadounidenses de abajo. Cuatrocientos estadounidenses ricos tienen más guardado que la mitad de todo el país. Su valor neto combinado es 1.6 billones. Durante los ocho años del gobierno de Bush, su riqueza se ha incrementado por casi 700 mil millones, el mismo monto que ahora están demandando que les demos para su ‘rescate’. ¿Por qué no mejor gastan la lana que ganaron con Bush para rescatarse a sí mismos? Aún contarían con casi un billón de dólares para compartir entre ellos. ¿Por qué razón se nos ocurre dar a estos barones rateros más de nuestro dinero?”
Michael Moore, 2008
El momento recuerda una conversación ficticia sobre la economía ficción del mundo financiero especulativo. Gordon Gekko, el multimillonario inversionista en sus oficinas de lujo en Nueva York le dice a su aprendiz Bud Fox que Wall Street es “una ilusión que se ha vuelto real”. El aprendiz le pregunta acerca de los límites de la avaricia, “¿Pero cuánto es suficiente?”, furioso porque Gekko está por comprar una aerolínea sólo para destruir la empresa como negocio; empresa donde trabajan el padre de Fox y otros sindicalizados que perderán sus empleos. Gekko le responde que si no sabía que “el 1 por ciento del país es dueño de 50 por ciento de la riqueza”, y que ese más de 90 por ciento del país ha sido convencido que así es el mundo. “Yo produzco nada”, dice, sino que sólo juega con lo que ha sido creado por otros. Y acaba: “A poco eres tan ingenuo que crees que vivimos en una democracia. Esto es el libre mercado”. Gekko, personaje actuado por Michael Douglas por lo cual ganó el Oscar, y Fox, actuado por Charlie Sheen (su padre en la vida real, Martin Sheen, tiene el papel de su padre aquí también) fueron parte de la película Wall Street dirigida por Oliver Stone hace 20 años.
David Brooks, "Ira en EEUU contra los políticos y los ejecutivos de Wall Street", 10/10/2008
Michael Moore, 2008
El momento recuerda una conversación ficticia sobre la economía ficción del mundo financiero especulativo. Gordon Gekko, el multimillonario inversionista en sus oficinas de lujo en Nueva York le dice a su aprendiz Bud Fox que Wall Street es “una ilusión que se ha vuelto real”. El aprendiz le pregunta acerca de los límites de la avaricia, “¿Pero cuánto es suficiente?”, furioso porque Gekko está por comprar una aerolínea sólo para destruir la empresa como negocio; empresa donde trabajan el padre de Fox y otros sindicalizados que perderán sus empleos. Gekko le responde que si no sabía que “el 1 por ciento del país es dueño de 50 por ciento de la riqueza”, y que ese más de 90 por ciento del país ha sido convencido que así es el mundo. “Yo produzco nada”, dice, sino que sólo juega con lo que ha sido creado por otros. Y acaba: “A poco eres tan ingenuo que crees que vivimos en una democracia. Esto es el libre mercado”. Gekko, personaje actuado por Michael Douglas por lo cual ganó el Oscar, y Fox, actuado por Charlie Sheen (su padre en la vida real, Martin Sheen, tiene el papel de su padre aquí también) fueron parte de la película Wall Street dirigida por Oliver Stone hace 20 años.
David Brooks, "Ira en EEUU contra los políticos y los ejecutivos de Wall Street", 10/10/2008
30 de septiembre de 2008
Manuscrito en una botella (Edgar Allan Poe)
Hace mucho que pisé por primera vez la cubierta de este buque terrible y los rayos de mi destino, según creo, se concentran en un foco. ¡Hombres incomprensibles! Envueltos en meditaciones cuya índole no alcanzo a admirar pasan a mi lado sin verme. Ocultarme es una completa locura, porque esa gente no quiere ver. Hace un momento pasé delante de los ojos del segundo; poco antes me aventuré hasta el camarote privado del capitán, donde conseguí medios para escribir lo que antecede y lo que seguirá a esto. De tiempo en tiempo continuaré este diario. Cierto que quizá no encuentre oportunidad de darlo a conocer al mundo. Pero no dejaré de intentarlo. En el último momento guardaré el manuscrito en una botella y lo arrojaré al mar.
Edgar Allan Poe, "Manuscrito en una botella", 1833
Edgar Allan Poe, "Manuscrito en una botella", 1833
31 de agosto de 2008
3 de agosto de 2008
Cuentos, Ernest Hemingway
Así que ya ha acabado todo, se dijo él. Y ahora nunca tendría ocasión de acabarlo él mismo. Así era como acababa todo, riñendo por una copa. Desde que la gangrena se le instalara en la pierna derecha había dejado de sentir dolor, y con el dolor había desaparecido el horror, y todo lo que sentía ahora era un gran cansancio y una inmensa cólera de que aquello fuera el final. Por aquel final, ahora inminente, sentía muy poca curiosidad. Durante años le había obsesionado; pero ahora, en sí mismo, no significaba nada. Era curioso lo fácil que resultaba afrontarlo si se estaba lo bastante cansado.
Ahora ya nunca escribiría todo lo que no había escrito porque pensaba que no sabía lo suficiente para escribirlo bien. Bueno, ahora tampoco tendría que fracasar en su intento de escribirlo. A lo mejor es que nunca podrías escribirlo, y por eso demorabas y aplazabas el comienzo. Bueno, ahora ya nunca lo sabría.
Ernest Hemingway, “Cuentos”, “Las nieves del Kilimanjaro”, 1939
Ahora ya nunca escribiría todo lo que no había escrito porque pensaba que no sabía lo suficiente para escribirlo bien. Bueno, ahora tampoco tendría que fracasar en su intento de escribirlo. A lo mejor es que nunca podrías escribirlo, y por eso demorabas y aplazabas el comienzo. Bueno, ahora ya nunca lo sabría.
Ernest Hemingway, “Cuentos”, “Las nieves del Kilimanjaro”, 1939
24 de junio de 2008
Europa y la migración
Además de convertir a los emigrantes en delincuentes, como acaba de disponer la Unión Europea, y condenar a la cárcel las legítimas aspiraciones de los seres humanos de mudar el hambre de esperanza, hay algo que puede hacer Europa para evitar el bochorno de que alguien vaya a recordarle su historia, alguien que, obviamente, aún ignore que la desvergüenza nunca se sonroja.
(...)
Lo único que el primer mundo puede hacer por el tercero es seguir extendiendo los muros que ha creado, para que cada día sean más los kilómetros de muro que nos separen y mayor su altura. Y agregar más barreras, más alambradas, más vigilantes y candados, hasta separar aún más a América de Estados Unidos, y poner un desierto de distancia entre el sur de Europa y Africa., hasta que no quede en el muro un hueco, un simple resquicio, una sola ranura por la que se pueda cruzar al otro lado, ni el campesino latinoamericano ni el latifundista español, ni el cirujano etiope ni el hospital estadounidense, ni el jornalero senegalés ni la multinacional suiza.
Para que así, lejos de nuestro expoliador ejemplo, ese tercer mundo crezca y se desarrolle como buenamente pueda, con sus propios recursos y sus propios bienes y sus propios microbios, consciente de que, en el peor de los casos, por muy mal que le vaya, siempre estará a tiempo de reeditar nuestra ruina moral y económica.
Koldo Campos, Rebelión
(...)
Lo único que el primer mundo puede hacer por el tercero es seguir extendiendo los muros que ha creado, para que cada día sean más los kilómetros de muro que nos separen y mayor su altura. Y agregar más barreras, más alambradas, más vigilantes y candados, hasta separar aún más a América de Estados Unidos, y poner un desierto de distancia entre el sur de Europa y Africa., hasta que no quede en el muro un hueco, un simple resquicio, una sola ranura por la que se pueda cruzar al otro lado, ni el campesino latinoamericano ni el latifundista español, ni el cirujano etiope ni el hospital estadounidense, ni el jornalero senegalés ni la multinacional suiza.
Para que así, lejos de nuestro expoliador ejemplo, ese tercer mundo crezca y se desarrolle como buenamente pueda, con sus propios recursos y sus propios bienes y sus propios microbios, consciente de que, en el peor de los casos, por muy mal que le vaya, siempre estará a tiempo de reeditar nuestra ruina moral y económica.
Koldo Campos, Rebelión
6 de mayo de 2008
El jugador (Fiódor Dostoyevski)
Ya hace un año y ocho meses que no he echado un vistazo a estas notas, y sólo ahora, desalentado y melancólico, con la intención de distraerme, las he vuelto a leer por casualidad. Me quedé entonces en el punto en que salía para Homburg. ¡Dios mío! ¡Con qué ligereza de corazón, hablando relativamente, escribí entonces esas últimas frases! ¡Mejor dicho, no con qué ligereza, sino con qué presunción, con qué firmes esperanzas! ¿Tenía acaso alguna duda de mí mismo? ¡Y he aquí que ha pasado algo más de año y medio y, a mi modo de ver, estoy mucho peor que un mendigo! ¿Qué digo mendigo? ¡Nada de eso! Sencillamente estoy perdido. Pero no hay nada con qué compararlo y no tengo por qué darme a mí mismo lecciones de moral. Nada sería más estúpido que moralizar ahora. ¡Oh, hombres satisfechos de sí mismos! ¡Con qué orgullosa jactancia se disponen esos charlatanes a recitar sus propias máximas! Si supieran cómo yo mismo comprendo lo abominable de mi situación actual, no se atreverían a darme lecciones. Porque vamos a ver, ¿qué pueden decirme que yo no sepa? ¿Y acaso se trata de eso? De lo que se trata es de que basta un giro de la rueda para que todo cambie, y de que estos moralistas –estoy seguro de ello- serán entonces los primeros en venir a felicitarme con chanzas amistosas. Y no me volverán la espalda, como lo hacen ahora. ¡Que se vayan a freír espárragos! ¿Qué soy yo ahora? Un cero a la izquierda. ¿Qué puedo ser mañana? Mañana puedo resucitar de entre los muertos y empezar a vivir de nuevo. Aún puedo, mientras viva, rescatar al hombre que va dentro de mí.
Fiódor Dostoyevski, “El jugador”, 1866
Fiódor Dostoyevski, “El jugador”, 1866
26 de abril de 2008
Memoria de jóvenes airados (Loquillo)
nosotros, que somos los de entonces,
los que no tenemos donde, los que siempre hablamos solos.
nosotros, que no formamos parte,
decidimos seguir al margen, viviendo en el alambre.
memoria, de jóvenes airados,
vive al norte del futuro y al sur de la esperanza.
cautivos, en reinos conquistados,
donde habitan los silencios, donde ya no queda nada.
memoria
de jóvenes airados.
nosotros, que estamos siempre alerta,
marcamos la diferencia, sin haceros reverencias.
vivimos, caminamos sin aliados,
amamos como soñamos, soñamos siempre armados.
memoria, de jóvenes airados,
vive al norte del futuro y al sur de la esperanza.
cautivos, en reinos conquistados,
donde habitan los silencios, donde ya no queda nada.
memoria
de jóvenes airados.
Loquillo, "Balmoral", 2008
los que no tenemos donde, los que siempre hablamos solos.
nosotros, que no formamos parte,
decidimos seguir al margen, viviendo en el alambre.
memoria, de jóvenes airados,
vive al norte del futuro y al sur de la esperanza.
cautivos, en reinos conquistados,
donde habitan los silencios, donde ya no queda nada.
memoria
de jóvenes airados.
nosotros, que estamos siempre alerta,
marcamos la diferencia, sin haceros reverencias.
vivimos, caminamos sin aliados,
amamos como soñamos, soñamos siempre armados.
memoria, de jóvenes airados,
vive al norte del futuro y al sur de la esperanza.
cautivos, en reinos conquistados,
donde habitan los silencios, donde ya no queda nada.
memoria
de jóvenes airados.
Loquillo, "Balmoral", 2008
13 de abril de 2008
24 de marzo de 2008
Micah P. Hinson
"La vida me encuentra en sitios raros atravesando cosas extrañas"
Al salir de la cárcel con 19 años, acusado de falsificar recetas de medicamentos, fue expulsado de su casa por sus padres, viéndose forzado a declararse en bancarrota y a vivir como un vagabundo durmiendo en las casas de sus amigos. Más tarde conseguiría un empleo de telemarketing y se mudaría a un motel, en el que utilizando instrumentos prestados, compuso alrededor de 30 canciones que más tarde incluiría en sus primeros discos.
Como en las paradojas, todo está armoniosamente descolocado en la vida de Micah P. Hinson. Su voz grave puede ser comparada con la de Leonard Cohen, Nick Cave o Tom Waits, pero contrariamente a lo que uno podría imaginarse, Hinson no es un veterano aguardentoso, es un joven de 26 años, tres más que cuando grabó su primer disco "The Gospel of Progress" y disparó toda la asombrosa aspereza de su garganta en la "noisy" "On my way". Lo primero que parece estar fuera de lugar en la vida de Micah P. Hinson, entonces, son afortunadamente sus cuerdas vocales.
Al salir de la cárcel con 19 años, acusado de falsificar recetas de medicamentos, fue expulsado de su casa por sus padres, viéndose forzado a declararse en bancarrota y a vivir como un vagabundo durmiendo en las casas de sus amigos. Más tarde conseguiría un empleo de telemarketing y se mudaría a un motel, en el que utilizando instrumentos prestados, compuso alrededor de 30 canciones que más tarde incluiría en sus primeros discos.
Como en las paradojas, todo está armoniosamente descolocado en la vida de Micah P. Hinson. Su voz grave puede ser comparada con la de Leonard Cohen, Nick Cave o Tom Waits, pero contrariamente a lo que uno podría imaginarse, Hinson no es un veterano aguardentoso, es un joven de 26 años, tres más que cuando grabó su primer disco "The Gospel of Progress" y disparó toda la asombrosa aspereza de su garganta en la "noisy" "On my way". Lo primero que parece estar fuera de lugar en la vida de Micah P. Hinson, entonces, son afortunadamente sus cuerdas vocales.
19 de marzo de 2008
SiCKO (Michael Moore)
«Si la gente pregunta, díganles que Sicko es una comedia acerca de los 45 millones de personas sin salud pública del país más rico de la tierra»
Título: "SiCKO" [1][2]
Dirección, Producción y Guión: Michael Moore [1][2]
Música: Gabe Hilfer, Jim Black
Fotografía: Christoph Vitt
Reparto: Adrienne Alexander, Nicky Lazar, Michael Moore
Documental, Estados Unidos, 2007
16 de marzo de 2008
Pura Anarquía (Woody Allen)
En el juicio, Stubbs decidió ocuparse él mismo de su defensa, pero un conflicto por la minuta provocó cierto resentimiento. Fui a ver a Beau Stubbs en el corredor de la muerte, donde varias apelaciones lo libraron de la horca durante una década, tiempo que dedicó a aprender un oficio y llegó a ser un piloto civil altamente cualificado. Yo estaba presente cuando por fin se cumplió la sentencia. Nike pagó una gran suma de dinero a Stubbs por los derechos para la televisión, y el reo permitió a la compañía poner su logo en la parte delantera de la capucha negra. Aunque sigue siendo discutible que la pena de muerte sirva como disuasorio, los estudios demuestran que la probabilidad de que los criminales reincidan se reduce casi a la mitad después de la ejecución.
Woody Allen, "Pura Anarquía", 2007
Woody Allen, "Pura Anarquía", 2007
19 de febrero de 2008
A Fidel Castro
Gracias Fidel, gracias por tu ejemplo revolucionario de libertad, solidaridad y humanismo. Gracias al pueblo cubano por demostrarnos que otro mundo es posible.
Hasta la victoria, siempre.
Mensaje de Fidel al pueblo cubano: "No aspiraré ni aceptaré el cargo de Presidente de Estado y Comandante en jefe"
22 de enero de 2008
El amor en fuga (Juan F. Navarro)
Días que saben a nicotina
hoy he visto en tu país
de canicas y poemas
que vuelves a sonreír
como si nada te hubiera roto
en mil pedazos el corazón
en días que saben a nicotina
en verbos tan sucios que nunca
hubieras pronunciado parar herir.
y en tu habitación
desordenas tus ideas
y ves salir el sol a medianoche
y en verano el cuerpo quiere oler jazmín
y en la azotea no hay pararrayos
un mirlo negro te anuncia
que vienen tiempos raros para ti.
en mil pedazos el corazón
en días que saben a nicotina
en verbos tan sucios que nunca
hubieras pronunciado parar herir.
hoy he visto en tu país
de canicas y poemas
que vuelves a sonreír
como si nada te hubiera roto
en mil pedazos el corazón
en días que saben a nicotina
en verbos tan sucios que nunca
hubieras pronunciado parar herir.
y en tu habitación
desordenas tus ideas
y ves salir el sol a medianoche
y en verano el cuerpo quiere oler jazmín
y en la azotea no hay pararrayos
un mirlo negro te anuncia
que vienen tiempos raros para ti.
en mil pedazos el corazón
en días que saben a nicotina
en verbos tan sucios que nunca
hubieras pronunciado parar herir.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)