"las palabras no sirven para nada,"
"y empiezo a pensar que en realidad hay muy poca gente"
Enrique Bunbury, "Hellville de luxe", 2008
25 de octubre de 2008
10 de octubre de 2008
Erase una vez Wall Street y el libre mercado
“los 400 estadounidenses más ricos... tienen más que los 150 millones de estadounidenses de abajo. Cuatrocientos estadounidenses ricos tienen más guardado que la mitad de todo el país. Su valor neto combinado es 1.6 billones. Durante los ocho años del gobierno de Bush, su riqueza se ha incrementado por casi 700 mil millones, el mismo monto que ahora están demandando que les demos para su ‘rescate’. ¿Por qué no mejor gastan la lana que ganaron con Bush para rescatarse a sí mismos? Aún contarían con casi un billón de dólares para compartir entre ellos. ¿Por qué razón se nos ocurre dar a estos barones rateros más de nuestro dinero?”
Michael Moore, 2008
El momento recuerda una conversación ficticia sobre la economía ficción del mundo financiero especulativo. Gordon Gekko, el multimillonario inversionista en sus oficinas de lujo en Nueva York le dice a su aprendiz Bud Fox que Wall Street es “una ilusión que se ha vuelto real”. El aprendiz le pregunta acerca de los límites de la avaricia, “¿Pero cuánto es suficiente?”, furioso porque Gekko está por comprar una aerolínea sólo para destruir la empresa como negocio; empresa donde trabajan el padre de Fox y otros sindicalizados que perderán sus empleos. Gekko le responde que si no sabía que “el 1 por ciento del país es dueño de 50 por ciento de la riqueza”, y que ese más de 90 por ciento del país ha sido convencido que así es el mundo. “Yo produzco nada”, dice, sino que sólo juega con lo que ha sido creado por otros. Y acaba: “A poco eres tan ingenuo que crees que vivimos en una democracia. Esto es el libre mercado”. Gekko, personaje actuado por Michael Douglas por lo cual ganó el Oscar, y Fox, actuado por Charlie Sheen (su padre en la vida real, Martin Sheen, tiene el papel de su padre aquí también) fueron parte de la película Wall Street dirigida por Oliver Stone hace 20 años.
David Brooks, "Ira en EEUU contra los políticos y los ejecutivos de Wall Street", 10/10/2008
Michael Moore, 2008
El momento recuerda una conversación ficticia sobre la economía ficción del mundo financiero especulativo. Gordon Gekko, el multimillonario inversionista en sus oficinas de lujo en Nueva York le dice a su aprendiz Bud Fox que Wall Street es “una ilusión que se ha vuelto real”. El aprendiz le pregunta acerca de los límites de la avaricia, “¿Pero cuánto es suficiente?”, furioso porque Gekko está por comprar una aerolínea sólo para destruir la empresa como negocio; empresa donde trabajan el padre de Fox y otros sindicalizados que perderán sus empleos. Gekko le responde que si no sabía que “el 1 por ciento del país es dueño de 50 por ciento de la riqueza”, y que ese más de 90 por ciento del país ha sido convencido que así es el mundo. “Yo produzco nada”, dice, sino que sólo juega con lo que ha sido creado por otros. Y acaba: “A poco eres tan ingenuo que crees que vivimos en una democracia. Esto es el libre mercado”. Gekko, personaje actuado por Michael Douglas por lo cual ganó el Oscar, y Fox, actuado por Charlie Sheen (su padre en la vida real, Martin Sheen, tiene el papel de su padre aquí también) fueron parte de la película Wall Street dirigida por Oliver Stone hace 20 años.
David Brooks, "Ira en EEUU contra los políticos y los ejecutivos de Wall Street", 10/10/2008
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